lunes, 1 de febrero de 2016

DÍA 1 SIN TI…

Inicia nuestro mes… DÍA 1 SIN TI… Te hecho tanto de menos Recuerdo cada momento, cada instante, y me suelto a llorar. Ángel, mi ángel, esta es mi carta de despedida, en ella encontraras mis sentimientos expresados en versos que nunca antes te dije, tal vez por falta de tiempo, pues nuestra historia fue así, corta, un instante en el cual lograste cambiar mi vida, me diste lo que me faltaba, y aun así te llevaste lo que me ataba a este mundo. El tiempo en que callé puede sonar a excusas, y tal vez es cierto, a lo mejor nunca las dije por miedo, por cobarde, por tonta, por enamorada, por tener esperanza en que lo nuestro podría seguir, podría tener futuro, pero tu mi ángel, desde el día en que te conocí supe en un grado de inconsciencia que tu futuro es incierto, eterno, etéreo, no haces parte de este mundo, y sin embargo tu presencia eclipsa solo como los humanos se pueden eclipsar ante lo divino. Contigo recorrí una senda llena de sentimientos encontrados, antes inexistentes para mí, a tu lado descubrí un nuevo mundo que con el tiempo se convirtió en mí mundo, conocí una familia que a lo largo de las experiencias se volvieron mí familia, entendí tu corazón que con solo un instante se volvió mío también, me llevaste lejos de este mundo, me hiciste sentir eterna, fuerte, valiente, luchadora, encendiste el fuego que en mi se hallaba dormido, me subiste hasta la cima más alta, pero así como nos suele suceder, me dejaste caer, y aunque es magnífico subir hasta donde me encontraba, la caída fue lo más doloroso, la más destructiva y la más perjudicial para el alma y la mente, en tus manos subí confiada, y de tu regazo me resbale dolida. A lo mejor no fue tu culpa, no estabas en este mundo para seguir mis deseos ni cumplir mi voluntad, tu destino era más grande que eso, más glorioso, más magnífico. Te conocí un día, un día que parecía normal, en el cual no me imaginaba lo que se me avecinaba al encontrarte, pues lo nuestro amor mío se trató de sentirnos sin tenernos, de amarnos sin dolernos, y de dejarnos sin quererlo. Si me amaste algún día? no lo sé, si tus sentimientos llegaron a ser tan profundos como los míos? es un misterio que jamás será resuelto, pero tú no te preocupes, pues en mi corazón abarco suficiente amor para los dos, de ti no necesité mucho, con solo estar en tu presencia me bastaba para hacerme feliz. Mi vida, al escribir esto mi intención no es juzgar lo sucedido, ni pretender cambiarlo, con esta carta solo quiero que entiendas cuanto te amo, cuanto te añoro, y aun así, con el alma a punto de salirse de mi cuerpo también quiero que sepas cuanto acepto tu decisión, comprendo tu partida y doy gracias por el momento vivido contigo, solo puedo darte las gracias, y esperar que tu esencia, siga en mi para verte, amarte y sentirte todos los días de mi vida. Amor, lo que puedo hacer ahora es luchar con el vacío que siento al pensar en ti, reviviéndote con recuerdos y añorándote con sonrisas, espero que en el sitio donde te encuentres estés dándole al mundo ese gran esplendor que solo en ti se encuentra. Yo por mi parte cuidare del legado que dejaste aquí, pero al igual que tú seguiste tu camino, yo seguiré el mío. Esta es la primera y última carta que te escribo, necesitaba desahogar mis sentimientos y al hacerlo me libero y te libero. Mi mamosho, eres libre....Vuela y se infinito. Triste y sola, terminé contigo y abrazando tu ausencia, mi primer día sin ti el primero de muchos, el primero de todos… Hoy entendí que siempre estuviste fuera de mi alcance, el amor entre nosotros era un imposible, no estábamos destinados a estar juntos, y aunque el amor nos una la vida nos separa. Por siempre tuya Cin

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